Cada familia tiene su truco para tranquilizar a los niños:
El chupete, la mantita, el muñeco o el peluche.
Pero a pesar del objeto que habrá elegido el niño, no le impedirá buscar por todos lados una etiqueta (del peluche, de la mantita, de un cojín, de su camiseta, del vestido de un muñeco...) para hacer lo que más le gusta: chuparlo, comerlo o ¡¡¡ponérselo en la nariz!!!
Pero que pasa entre las etiquetas y nuestros hijos?
Parece que el tacto suave de una etiqueta le proporciona un cierto placer y seguridad.
Cuando mi amiga Annabel me mando 2 pañuelos con etiquetas de diferente tamaño, color y tacto desde Amsterdam me arreglo la vida y pensé que la idea era práctica y divertida.
Se llama Snooze Baby, es una marca holandesa y muy ingeniosa. Por desgracia no está disponible en el mercado español pero se puede comprar en la pagina:
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